Los Serafines/Pre-Primario: marzo 2020

Cuento: La luna llena

Había una vez un pequeño planeta muy triste y gris. Sus habitantes no lo habían cuidado, y aunque tenían todos los inventos y naves espaciales del mundo, habían tirado tantas basuras y suciedad en el campo, que lo contaminaron todo, y ya no quedaban ni plantas ni animales.

Un día, caminando por su planeta, un niño encontró una pequeña flor roja en una cueva. Estaba muy enferma, a punto de morir, así que con mucho cuidado la recogió con su tierra y empezó a buscar un lugar donde pudiera cuidarla. Buscó y buscó por todo el planeta, pero estaba tan contaminado que no podría sobrevivir en ningún lugar. Entonces miró al cielo y vio la luna, y pensó que aquel sería un buen lugar para cuidar la planta.

Así que el niño se puso su traje de astronauta, subió a una nave espacial, y huyó con la planta hasta la luna. Lejos de tanta suciedad, la flor creció con los cuidados del niño, que la visitaba todos los días. Y tanto y tan bien la cuidó, que poco después germinaron más flores, y esas flores dieron lugar a otras, y en poco tiempo la luna entera estaba cubierta de flores.

Por eso de cuando en cuando, cuando las flores del niño se abren, durante algunos minutos la luna se tiñe de un rojo suave, y así nos recuerda que si no cuidamos la Tierra, llegará un día en que sólo haya flores en la luna.

Cuento: La ensalada.

Esta es la historia de manzanas y zanahorias que vivían juntas en el increíble mundo de la olla.

Todos los días jugaban y cantaban y, como si fuera poco, también bailaban.

Pero al darse cuenta de que algo faltaba porque aparte no había más nada, se juntaron todos en la misma habitación hasta que llegaron a una conversación.

Diversas opiniones había que decir, pero ninguna parecía coincidir.

Hablaban las manzanas y nada bueno parecía.

Hablaban zanahorias y ni oír querían.

Hablando, hablando, hablando, llegó una opinión que a mí me parecía la correcta; bueno, digo yo.

Se organizaron todos para buscar en la cocina algo que parecía un libro de comida.

¡Oh! Ya sé, si juntos queremos estar, una ensalada hay que preparar.

Y desde el día que la ensalada se creó, la fiesta no paró; bueno, hasta que llegó el cucharón.

Érica Mercedes Soto

(dominicana)